Calella y San Pol de Mar, ciudades con un encanto especial

Calella es una ciudad catalana, que tiene un aire muy pintoresco, y que cada vez atrae a más turistas. Se sitúa en la zona del Maresme, y pertenece a la provincia de Barcelona.  Está aproximadamente a unos 60 kilómetros de Barcelona, y hay un tren que llega todos los días del año, y que sale cada media hora de la estación central de Plaza de Cataluña. Antes, persianas Calella, era muy conocida como la Calella de los alemanes, debido a la alta afluencia del turismo alemán en esta localidad. Actualmente se ha ampliado más la variedad de los turistas que visitan esta ciudad, siendo ya no sólo alemanes sino también del resto de Europa, Asia y Norteamérica. Calella se caracteriza por su monumental faro, que se construyó en el pasado siglo diecinueve, y también por la variedad de sus pintorescas casas surtidas con persianas Calella que están a pie de costa y dan un aire limpio a la ciudad. Otra ciudad también muy famosa y cercana a Calella, es San Pol de Mar. Esta ciudad recibe este nombre porque en sus orígenes, nació en torno a un monasterio, que era el monasterio de San Pablo, en el siglo diez.  De ahí recibe su nombre. Tradicionalmente siempre fue un pueblo de humildes pescadores, hasta que fue descubierto por la burguesía y… Y las clases catalanas con más dinero la eligieron como residencia de verano para disfrutar de sus paisajes y también y sobre todo por su cercanía con la ciudad condal.  Por eso se pueden ver edificios fantásticos y muy pintorescos, con casas modernistas y antiguas, de colores bonitos, que destacan a la vista desde que se observan a lo lejos. Desde mi punto de vista particular, insto a todos los viajeros, españoles o no españoles, a que se animen a visitar estas ciudades, pues fuera de Cataluña, no son conocidas, y realmente, merece la pena visitarlas.